Entradas

La princesa y el pegaso

Imagen
 Había una vez, en un reino muy muy lejano, vivía una princesa muy hermosa llamada Sayumi. A Sayumi le encantaban los desafios y se había propuesto domesticar y montar a un pegaso salvaje. Por eso, estuvo recibiendo clases de equitación y aprendiendo todo lo que podía sobre la doma eqüestre y tras cuatro años de entrenamiento, fue a un lago cercano y avistó a una manada de pegasos bebiendo.  Se acercó despacio a uno de los sementales y le dio una manzana para ganarse su confianza. Después le puso la brida y empezó a domesticarlo. El proceso duró año y medio, pero al fin lo había conseguido. A partir de entonces Sayumi y su pegaso llamado Yui fueron inseparables y pasaban los días surcando los cielos. Una tarde, después de su paseo, Sayumi vio que otro pegaso se acercaba a Yui y lo seguía a todas partes. Pronto la joven yegua se convirtió en parte de la familia y decidió llamarla Ashlyn. Pasó el tiempo y cuando Sayumi cumplió los 23 años, Ashlyn y Yui tuvieron descendencia. Ahora Sayumi

Lágrimas de sirena

Imagen
  Había una vez, en la Atlántida, vivía una hermosa sirena llamada Saori. Ella vivía en un palacio de cristal junto a sus 5 hermanas y su madre, la reina Sayaka. Saori era muy inteligente y disfrutaba aprendiendo cosas nuevas.  Todas las noches subía a la superficie para contemplar las estrellas y observar los barcos que navegaban por su océano. Aunque a veces se encontraba joyas u objetos extraños en el fondo marino y terminó por coleccionarlos. Un día mientras nadaba, vio a una joven humana a punto de ahogarse y corrió en su auxilio. Llevó a la chica hasta la orilla y se quedaron hablando hasta bien entrada la noche, cuando la familia de la humana, llamada Rania, se reunió con ellas en la playa para llevársela a casa. Aquella noche, tras despedirse de Rania, Saori se quedó pensando en ella hasta que Yuna, una de sus hermanas mayores, subió a buscarla. - ¿qué te pasa, hermana? No es propio de ti quedarte hasta tan tarde en la superficie- dijo Yuna, visiblemente preocupada. - he conoci

El hada y el conejo

Imagen
 Había una vez, una hermosa hada llamada Yukie encontró a un conejito en medio del bosque. Era invierno y hacía mucho frío, por lo que nuestra hadita se llevó al conejito a casa y cuidó de él hasta que se hizo grande. Pasaron cuatro años y finalmente, Yukie devolvió al conejito al bosque para que viviera feliz en libertad, pero se llevó una sorpresa cuando descubrió que estaba volviendo a su casa todas las noches, así que le preparó una camita de hojas y llenó un cuenco con zanahorias por si decidía regresar de nuevo, y así lo hizo. Por el día, el conejo era libre en el bosque, pero al llegar la noche, siempre volvía con ella, quien lo había cuidado con amor y lo esperaba cada noche. Y así, Yukie y el conejito forjaron una amitad que no tendría fin, llena de cariño y respeto. Los habitantes del bosque cuentan que se les ve todos los días a orillas del río acicalándose o paseando juntos por el bosque mientras recogen fruta silvestre o flores, y que se les ve muy felices cuando están jun

~El lobo y la rosa~

Imagen
Había una vez, en lo profundo del bosque habitaba un lobo gris llamado Akira. Él era muy curioso y le encantaba jugar.  Ya desde cachorro desobedecía a su madre y se alejaba de la manada para ir a explorar, lo que trajo consigo graves consecuencias pues su família se cansó de su conducta y lo echaron de la manada. Pasó dos largos inviernos vagando por el bosque, en busca de un nuevo territorio al que poder llamar hogar, y al entrar la primavera, lo encontro: la región este del bosque estaba desierta, así que nuestro joven lobo decidió instalarse allí.  Era una región muy extensa, con abundante comida y muchas cuevas para resguardarse. Una mañana, mientras recorría el bosque en busca de alimento, Akira se topo con una rosa violeta y quedó encantado con su fragancia, de modo que decidió llevarla a su cueva.  Poco después, nuestro lobito salía de caza. Durante la persecución de un ciervo, Akira se cruzó con una loba llamada Astrid, quien también estaba de caza.  Ambos se pusieron de acuer